Chiapas bajo el malestar social
Código Nucú / César
Trujillo
El
gobierno de Chiapas se encuentra rebasado. Por la arista donde usted quiera
verlo, la realidad nos muestra la poca operatividad de quienes se encuentran en
el poder. Conflictos agrarios a flor de piel, un sinnúmero de bloqueos
carreteros, marchas de inconformidad, vialidades destrozadas en toda la
capital, un clima ingente de inseguridad, problemas del fundo legal, una tasa
alta de desempleo, problemas de transporte entre concesionados y piratas (¡uff),
invasiones indiscriminadas, entre muchos otros factores más, son los detonantes
de la ingobernabilidad que nos golpea fuerte y que debe prender un foco de
alerta para lo que viene en el 2018 si esto sigue igual.
Por
eso, es de suma importancia que como ciudadanos estemos atentos de cómo se
están fraguando las alianzas, las coaliciones o frentes, todas las tretas
electoreras que permitirán, a los mismos, saltar de un puesto de elección
popular a otro. Son esos pactos cupulares que terminan definiendo intereses
particulares y que pasan, como siempre, por encima de las necesidades de la
sociedad y del verdadero desarrollo de los pueblos que vive inmerso solamente
en el discurso. Son esos acuerdos los que favorecen a los mismos rostros y
apellidos, y hacen uso indiscriminado del favoritismo y el compadrazgo
arrojando los números rojos que hoy tenemos frente a nosotros.
Nuestra
entidad tiene un pasado, no muy lejano, que debemos tener presente para evitar
repetir los mismos errores (quien no conoce su historia está condenado a
repetirla). El sabinato, por ejemplo, fue el método exacto para mostrar la
descomposición política en su máximo esplendor y este que hoy vivimos ha terminado
por blandir esos errores al grado de tener un Chiapas a la deriva y arrastrado
por una corriente que revienta todo. Porque no podemos pasar por alto que, desde
hace mucho, la política en nuestra entidad se convirtió en un juego donde
perdemos solamente los ciudadanos, donde —desde el poder— se mueven las piezas y se sigue sembrando el paternalismo que
les permite a los personajes detrás de los partidos políticos continuar
obteniendo canonjías y prebendas, es decir, seguir enquistados en puestos con
privilegios sin hacer nada y repartiéndose el poder a su antojo.
Veamos:
en Chiapas prevalecen los conflictos agrarios simplemente porque las
autoridades son incapaces de culminar los deslindes y su inoperancia los ha
llevado a no entregar ni las carpetas básicas, revelando trabas de hasta tres
décadas con lo cual se muestra la nula voluntad de las autoridades por dar
solución a los problemas. En el transporte, el mismo secretario ha sido
sindicado como promotor del pirataje y los jaloneos entre ambos grupos ha
dejado ya varios heridos y hasta persecución política de aquellos que se
atreven a denunciar. En materia de salud estamos igual. Aquí los secretarios de
este sexenio han sido incompetentes y no han querido afrontar la realidad: la
del desabasto de medicamentos, la de falta de equipo y personal, la del saqueo
indiscriminado. ¿Cómo pensar en un Chiapas distinto, entonces, si se siguen
fomentando las mismas prácticas de antaño?
A
todo esto le sumemos la ola de violencia que está imparable ya en nuestro
estado (herencia de una descomposición político-social, se ha dicho). Ni el gobierno
federal ni el de los 32 estados han podido paliar este problema. Los más
recientes acontecimientos son muestra de lo que ahora se vive. El mismo
descrédito de las instituciones encargadas de justicia habla ya de ese rebalse
que existía, de ese desbordamiento, de la rabia contenida que va a brotar y
pasar todas las facturas pendientes. Porque la historia no miente y muchos se
han quedado sin captarla.
Manjar
Hasta
429 millones 633 mil pesos en sus campañas, tope de gastos aprobado ayer por la
Comisión de Prerrogativas del Instituto Nacional Electoral (INE), podrán gastar
los candidatos a la Presidencia en 2018. Con ello, en promedio cada aspirante
podría desembolsar al día hasta 4 millones 773 mil pesos, durante los 90 que
durarán las campañas. México, un país con más de 53 millones de personas sumida
en la pobreza, sigue apostando al despilfarro de dinero en las campañas. Porque
primero lo primero y para ellos lo primero es la simulación. #GimmeThePower // La recomendación de
hoy es Ella era Hemingway de Enrique
Vila-Matas y el disco Primario de DLD. // Recuerde: no compre mascotas, mejor
adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.
@C_T1
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