Antorcha y Fernando, de favor a favor
Código Nucú / César Trujillo
No me
sorprende que Fernando Castellanos Cal y Mayor, presidente municipal de Tuxtla
Gutiérrez, se haya autodestapado en el evento de Antorcha Campesina (la
celebración del 34 aniversario celebrado ayer en el estadio Víctor Manuel
Reyna). Y digo que no me sorprende porque sé que dicha organización ha
“trabajado” con él, y para él, desde su arribo a la alcaldía (por eso digo
autodestape). No olvidemos que tras la famosa limpia de ambulantes, en el
primer cuadro de la ciudad, fueron los mismos antorchistas los que acudieron en
manada al parque central a darle todo el respaldo.
Por
ello digo que no me sorprende que la organización que lidera Aquiles Córdova
Morán se rentara, pues deben corresponder al edil que sean los beneficiarios
directos del ambulantaje, de los apoyos al mercado San Juan de Tuxtla y de lo
que esto arroje desde hace rato ya e incluso, en caso de que éste salte a otro
puesto de elección popular, puedan seguir bebiendo las mieles de los acuerdos
cupulares (negociaciones, le llaman).
Por
algo el mismo líder moral ha justificado esa actividad que, cierto es, surge
por la falta de empleos y la mala remuneración de los mismos, por la falta de
las oportunidades incluso, pero que se ha convertido en una mafia que controlan
algunos grupúsculos que se benefician mutuamente: todos sabemos los millones de
pesos que representan para algunas bolsas al mes.
Me
extraña, sí, lo confieso, que el discurso de Fernando Castellanos haya tenido
un sesgo trillado en la crítica a lo que él mismo es. Me refiero a esa
intentona de diatriba que la hemos escuchado a otros políticos que pretenden
mostrarse críticos al sistema, pero que en él resulta hasta cómico. Son esas
líneas discursivas que marcan un supuesto malestar con la forma de hacer
política en estos tiempos, como olvidando que quien emite la arenga es parte
fundamental, también, de ese mal que enmarca en un panfleto elaborado por otros
que no piensan como él (se lo escribieron pues).
Con
ello, supongo, podría pensarse que si Fernando aparece en las boletas rumbo al
2018 tal vez no sea sólo el verde quien lo vista y acuerpe, sino que el
desangelado Frente podría darle jugada (o bien, eso quiere que se piense; como
se prevé sea con otros verdes también). Lo cierto es que tras su paso por la
presidencia coneja al aún edil no le ajusta para buscar la gubernatura, no le
da para creerse el sucesor de Velasco y eso, estoy seguro, él lo sabe
perfectamente y las piezas que movió ayer lo confirman.
Si
bien Castellanos no es el peor alcalde que ha tenido Tuxtla (hablo desde una
perspectiva personal, porque Yassir Vázquez se lleva por mucho ese
reconocimiento y tras él cabalga fuerte Samuel Toledo), a Fernando se le puede
recriminar mucho. Por ejemplo: el incumplimiento de los acuerdos de campaña,
mismos que su equipo hizo al vapor sin entender que Toledo le estaba regalando
una bomba a quien llegara al poder; la tibieza en la toma de decisiones como el
caso Proactiva donde hay manos arriba de él que lo mueven todo, es otro claro
ejemplo.
Hoy,
Fernando Castellanos mostró que trae el respaldo de Antorcha Campesina desde lo
nacional, incluso. No sé si es ese su músculo, el del evento de ayer, que mandó
mensaje a varios que lo creían un cadáver político. Porque no olvidemos que en
política las formas son el fondo y si bien al aún alcalde no le alcanza para la
gubernatura, seguramente lo veremos buscando un puesto en el Congreso de la
Unión: ya sea la Cámara alta o la baja, da igual y eso no depende de él, sino
de los acuerdos que se pacte desde la cúpula (no lo olvidemos).
Podríamos
decir, incluso, que se ha metido al ruedo y ahora falta ver cómo va a capotear
las embestidas. Y aquí me refiero al malestar que existe en una parte de los
tuxtlecos: sí, la parte que razona el voto o la de los críticos del Facebook,
porque debemos dejar de lado aquellas mujeres y hombres que acuden a su evento.
Recordemos que si muchos políticos siguen enquistados en el poder es gracias a
esa parte de los ciudadanos que se prestan a vender su poder de elección.
Acarreados o no, le representan un voto y eso, en los ojos de la desangelada
democracia, es lo que cuenta.
Así,
Fernando ahora ha puesto el tema en la mesa y va a medir los efectos del
destape. Era el objetivo. ¿Qué opinan sus gobernados?
Manjar
Un
video donde el góber Manuel Velasco juega al aplausómetro circula en las redes
sociales. Parece que le mide el agua a los camotes y hasta parece disfrutar su
juego: pone en el ruedo a Fernando Castellanos y a Carlos Penagos, los pone para
ver “qué mesa es la que más aplaude”. Ante unas decenas de mujeres y hombres,
coaccionados a participar en dicho evento, queda claro lo que veremos en el
2018 no sólo en Chiapas, sino en todo el país. Pese al malestar de muchos
ciudadanos, están los otros, los que venden el voto porque así lo quieren o por
la pura necesidad. #MásDeLoMismo // La recomendación de hoy es El
resplandor de Stephen King y el disco Te
seguiré de Édgar Oceránsky. // Recuerde: no compre mascotas,
mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.
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Foto del muro de Gris Perezrobles
@C_T1
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