Valera, el incongruente
Código
Nucú / César
Trujillo
Antes
de abrir la boca y verter las críticas, o las intentonas de aparentar ser duros,
los políticos deberían revisarse la cola para ver todo lo que arrastran y no
terminar evidenciándose solos. Algo de esto le ha pasado al diputado federal del
VII Distrito por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Diego Valera
Fuentes. Sí, diputado del partido del tucán porque es el espacio de ese
instituto político el que ocupa y el que le regala 148 mil 558 pesos libres de
impuestos cada mes, aunque se haya refugiado ahora en el Partido de la
Revolución Democrática (PRD) esperanzado que le den el espaldarazo y pase a
ocupar un puesto en la Cámara Alta del Congreso de la Unión, y aunque diga,
digno de Ripley, que ahora es de izquierda.
Diego
Valera, que en últimas fechas se ha caracterizado por su cinismo y arribismo
político al brincar como chapulín buscando deslindarse del PVEM que le regaló
una curul, se ha subido al ring en una entrevista aprovechando sus cinco
minutos de fama y, burdamente, ha “retado” al diputado local y presidente del partido
Verde en Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, a que deje de moverse con el dinero
del Congreso local (del cual Lalo Ramírez es presidente de la Mesa Directiva).
Es curioso, en sí, que sea el mismo joven oriundo de Unión Juárez que usa el
dinero del espacio del PVEM para seguir moviéndose y jugando a la socialité el que pida o exija, da lo
mismo viniendo de él, la tan anhelada “transparencia”.
El
primer paso que debería dar el diputado Diego Valera para que obtenga algo de
credibilidad, así como para no mostrar su inquina al Partido Verde que le ha
brotado de pronto al saberse en la orfandad política y sin futuro en el pico
del tucán, sería renunciar a la curul del PVEM: es lo justo y lo que la
congruencia política exige. Entregarla con todo y sus cuatro mil 952 pesos
diarios que se mete a la bolsa y todas las canonjías que el ser legislador le
da. Luego de eso, pienso yo, afiliarse bien al PRD sin andar buscando el
apadrinamiento de Alejandra Barrales y el de Alejandra Soriano, que lo han
apapachado como pichito recién nacido. Menos aún decirse que es de izquierda
cuando en su trayecto lo hemos visto dando vítores al Partido Revolucionario
Institucional (PRI) y al Verde, que lo ha proyectado hasta donde está, pese a
ser un incipiente político que no ha hecho nada por la entidad.
El
segundo paso sería ver si la militancia lo acepta. Los calificativos que ha
recibido durante su estancia en el PVEM no han sido de apapachos ni loas. Al
contrario, lo acusan de haber llegado a hacer promesas para conseguir el voto y
luego haber padecido de amnesia (como la gran mayoría de políticos) y olvidar
quienes lo llevaron al sitio en donde hoy se encuentra. Según se ha dicho,
Diego Valera sólo es bien visto por la parte de la militancia que es la misma
que anda dando respaldo al senador del Partido Verde Ecologista de México, Luis
Armando Melgar Bravo, y que recae en los hombros del insigne secretario de
finanzas, Agustín Bonifaz. Es decir, que Valera bien podría ser, por ahora, el
alfil del senador en el sol azteca, rogando ante Dios que las cosas les salgan
como las han planeado.
Lo
cierto es que es mucho pedirle al heredero de los Valera que se aboque a la
congruencia y a la honestidad. No la ha tenido ni la tendrá, y para su mala
suerte esa no la venden en las riendas de la esquina, donde compró su ideología
de izquierda.
Penagos, el
todopoderoso
El
menos favorecido en los espaldarazos del tucán, esta vez rumbo a la alcaldía
coneja, es el diputado local por la zona oriente de Tuxtla Gutiérrez, Carlos
Penagos Vargas. En varios videos que circulan en su cuenta de Facebook, con
publicidad pagada (pues de otro modo se moverían muy poco), se vende como el
chile de todos los moles y el arroz para todas las fiestas. Dice que se
comprometió a eliminar la tenencia y cumplió, es decir, que el gobernador
Manuel Velasco Coello se anda guindando del trabajo del legislador. ¡Vaya
descaro del góber! (!).
Asimismo,
afirma que está trabajando para evitar que las y los tuxtlecos sean víctimas de
la corrupción y la impunidad, pero no le pasaron su iniciativa para quitar el
fuero y en la antesala de que se cerrara el periodo ordinario ya fue advertido
que ésta no pasará, a menos que a así convenga a los intereses del partido, pero
eso no lo dice el yerno de Chachita Pariente. Menos aún que su iniciativa para
que los usuarios de los estacionamientos en las plazas comerciales no fructificó
y es simple letra muerta que no pudo ni con el exalcalde y regidor, Felipe
Granda.
Así,
en uno de los peores momentos para ser candidato del Verde (a menos que se dé
una alianza con otros institutos políticos que los sostengan), Penagos suspira
y se muerde las uñas esperanzado a que pueda llegar sin contratiempos, sabiendo
que no hay Chachita que lo empuje.
Manjar
Ni
el diputado Lalo Ramírez ni el senador Melgar Bravo firmaron el documento del
PVEM. #Paloscuriosos // La
recomendación de hoy es Vientos de Santa Ana del escritor Daniel Salinas
Basave y el disco Mi pecado de Javier Solís. // Recuerde: no compre mascotas,
mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.
@C_T1
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