Melgar y los grupos de choque
Código
Nucú / César
Trujillo
La
Asociación Civil denominada Alianza Ciudadana por el Desarrollo Social y
Sustentable en el estado de Chiapas (Acidessech) que lidera Ricardo Girón Girón
—y que curiosamente ayer tomó Casa de Gobierno “por sus propios méritos”—,
parece tener problemas con todos los funcionarios y políticos menos con el
senador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Luis Armando Melgar
Bravo. Es más, un día antes de que “tomaran la decisión” de movilizarse a la
colonia El Mirador, en Tuxtla Gutiérrez, aparecieron abrazados junto al
legislador al que agradecen sus gestiones (desde el 2012) para que ellos puedan
seguir caminando.
No
sé si yo soy muy mal pensado o simplemente hay gato encerrado en este asunto. Lo
cierto es que me llama mucho la atención el golpeteo mediático que la
Acidessech trae contra el gobernador Manuel Velasco Coello al que,
constantemente, le lanzan ultimátum para que les cumpla con sus supuestas
necesidades en cuanto al agro y los apoyos. En cambio, cuando Girón Girón se
refiere al senador Melgar se desvive en elogios al grado de decir barbaridades (forjadas
a tropezones) como la de que desde que el tapachulteco llegó a la Cámara Alta
ha demostrado “un gran compromiso y lealtad con el sector rural”.
Por
eso, todo parece que los rumores de que la Alianza Ciudadana por el Desarrollo
Social y Sustentable en el estado de Chiapas es manipulada y utilizada por el
senador Luis Melgar son ciertos, de otra forma uno no se explica de dónde sacan
el todopoderoso apoyo que no está a la vista de nadie y en ningún lado. Si se
refieren a la entrega de botes de basura tatuados con su apellido y que no subsanan
los problemas que tiene la entidad, sí, los ha entregado. Si se refieren a su
guerra mediática para mostrarse comprometido con el medio ambiente, por el cual
no ha hecho nada, sí, aparece en todos lados (¡Qué le vamos a hacer!).
Lo
cierto es que urge, en verdad, a la clase política un poco de cerebro y más
lecturas para que puedan buscar dar más atole con el dedo a los ciudadanos si
es que pueden. Si la Acidessech se está prestando a la guerra en el interior
del Partido Verde, tomando en cuenta que Luis Melgar —aunque lo niegue— tiene
una enorme distanciamiento y desde hace rato no es bien recibido entre la
tucanada chiapaneca, su líder debería al menos evitar salir a dar posturas
lisonjeras y loas para enarbolar un inexistente trabajo legislativo del senador
que trae sus conectes con el secretario de finanzas del sol azteca, Agustin
Bonifaz Herrera, para ver si juntos sacan algo.
Recordemos
lo que vimos en su intentona de exhorto a Proactiva (ahora Veolia) que sirvió
para que los dueños de la empresa franco-española se limpiaran y que,
seguramente, ya debe estar mezclada con toda la podredumbre que maneja la
empresa. No lo pelaron. Melgar no es la panacea ni la cápsula que requiere
Chiapas para salir de este atolladero en la que nos tienen metidos los dos
últimos gobiernos. Su desesperación, como lo he mencionado en otras columnas,
lo está llevando a cometer un cúmulo de errores al grado de llegar ya a lo más
bajo: usar grupos afines y de choque para presionar al gobierno en turno
buscando, quizá, alguna forma de ser palomeado.
Lo
que debería hacer Luis Melgar es entender que haber sido un producto forjado en
la televisión, a servicio de los Salinas Pliego, nunca le ha funcionado ni le
dará buenos resultados (por el contrario). Tampoco haber sido ungido por el
exgobernador Juan José Sabines Guerrero, ahora cónsul en Orlando, Florida, le
ha servido de nada y en vez de sumar, le resta. Parece que el poquísimo pedigrí
que quiso regarles su padre no les sirvió de mucho y él, junto a su hermano
Yamil, exdirector del IMSS Chiapas, se han visto inmersos como representantes
de la debacle de la política en nuestro estado, junto a otros que tampoco
cantan mal las rancheras. Dice mi padre que zapatero a tus zapatos, y Melgar no
es un político de cepa. También que le sale el andar manejando consorcios como
para querer, a chaleco, seguir los pasos de su padre. Ya veremos cómo lo trata
el 2018 y qué árbol le da sombra, porque en el del PVEM parece que todo está
pactado.
Manjar
Un
ejercicio que hice en redes ayer, sobre una foto de la diputada de Movimiento
Ciudadano, María Elena Orantes López, dejó en claro el repudio que siente un
gran sector por ella y su pose. Me quedo con la descripción de un usuario que
señaló que había tenido la mala fortuna de convivir con ella y ahora sabe que
es la mujer más ególatra, soberbia y narcisista que haya conocido nunca. Con
esas cualidades, ahora entiendo porque siempre apuesta a perder ganando. Lo
poco que pepene le es suficiente.
#Miss24deJulio // La recomendación de hoy es Meteroro del maestro Roberto López Moreno y el disco Un mañana de Luis Alberto Spinetta. // Recuerde: no
compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a
leer.
@C_T1
palabrasdeotro@gmail.com
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