Chiapas y el panorama electoral
Código Nucú / César
Trujillo
Las
especulaciones y rumorología en torno a la figura de la candidatura común, que
suscribieran cinco institutos políticos, parecen llegar a su fin o al menos eso
se intuye. Ayer, dos movimientos pusieron un poco más claro el panorama. Primero,
el anuncio del Partido Podemos Mover a Chiapas que se salió al señalar que no
existían acuerdos y que se privilegiaban los intereses cupulares, dejando como
presunto candidato del morado a su líder Enoc Hernández Cruz. Segundo, el
anuncio del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que respaldó la
candidatura de José Antonio Aguilar Bodegas y que, según parece, va bajo el
respaldo del Movimiento Ciudadano y el Partido Acción Nacional (PAN), que lo
había acuerpado desde el inicio.
Así,
en el ruedo para buscar ver qué personaje se atreve a tomar la estafeta de una
entidad sin gobernabilidad, sin progreso, con incremento desmedido de pobres, sumida
en un ingente descrédito y con las instituciones rebasadas por la imposición de
personajes inoperantes que dejará Manuel Velasco en unos meses, hay ya cinco
nombres que se apuntan a tal faena. Eso sí, debemos esperar hasta el 29 de
marzo cuando el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), que
dirige el doctor Oswaldo Chacón Rojas, haga públicos los nombres de los que sí
aparecerán en las boletas para llamarlo candidatos de forma oficial.
Mientras
eso pasa, Aguilar Bodegas y Enoc Hernández levantan la mano y se ponen de
frente a los candidatos ya oficiales de la alianza electoral “Juntos Haremos
Historia”, Rutilio Escandón Cadenas, y el de la coalición “Todos Por Chiapas”,
Roberto Albores Gleason. A estos se suma, como mera cortesía, porque sus
derechos se lo permiten aunque no tenga ninguna oportunidad de nada, el señor
del paliacate rojo, don Chus Orantes. Y aquí es ya donde el termómetro
electoral puede empezar a medirse mejor. Las rivalidades están escritas e
inscritas en la memoria de dos presuntos candidatos que serán partícipes del casting
2018 para la nueva telenovela chiapaneca (eso que ni qué).
Josean
y Albores Gleason traen historia escrita y ésta, sabemos todos, no es nueva. La
ruptura del ahora candidato del PRD y PAN con su partido el PRI, donde militó
por 40 años y de donde fue casi obligado a salir, va a pasar facturas en los
comicios venideros y mostrará, al menos eso se espera, el músculo político de
ambos: sabiendo que en la historia de las elecciones ninguna es igual a otra y
que, por ende, se debe esperar hasta el último momento para poder cantar
victoria. Y aquí es donde la estrategia que implementen los demás candidatos
será de suma importancia para ver hacia dónde se tuerce todo.
Porque
si bien Aguilar Bodegas trae su peso político y Albores Gleason el suyo, no se
puede descartar el efecto AMLO y el respaldo que trae Rutilio Escandón y los
votos que va a conseguir. Y mucho menos el del líder del morado, Enoc
Hernández, que, pese a lo que se diga, ha logrado construir una estructura que
va a tener su propio peso en las votaciones, si es que decide ir por la grande.
Quienes den por muerto a uno u otro, se equivocan. Sobre todo por la forma en
que se ha estado dando todo en las definiciones en la entidad en donde se han
encargado que la rumorología sea parte de una bola de cristal que muchos aceptan
leer, aunque no entiendan nada.
Así,
mañana empiezan a registrarse los candidatos y la cuenta regresiva para
culminar con la incertidumbre está llegando a su fin. La chamba de los “nostradamus”
que buscaron todo el tiempo sembrar comentarios como verdades absolutas acaba,
y ya empezarán a ver en dónde colocar su sapiencia y meter su lengua bífida que
les genera dividendos. Por lo pronto, el escenario electoral en Chiapas muestra
ya los rostros que nos toparemos en las boletas.
Ojalá que en esta ocasión gane alguien a quien la entidad sí le importe y no dé
continuidad a este gobierno sordomudo que nos sigue teniendo entre los tres
estados más pobres de México. ¡Es cuanto!
Manjar
Insiste Eduardo Ramírez Aguilar en que la
"imposición" no le dio cabida para aparecer en las boletas rumbo a la
sucesión gubernamental. Insiste y es bastante curioso que lo haga porque él ha
buscado "imponerse" en otros institutos políticos, pero las cosas no
se dieron como pensaba. Ahora no le queda más que aceptar un premio de
consolación. Las malas lenguas dicen que es una cenaduría de chalupas y
antojitos comitecos a la que llamará “Jaguar Negro”. Yo no creo que sea así.
Quizá una su curul ganó con la dignidad de un movimiento indigno. Hay qué ver
para dónde se mueve. #LaNuevaERASeVaAñejar
// La recomendación de hoy es el
libro La hojarasca de Gabriel García
Márquez y el disco Friendship de Ray
Charles. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada
mejor qué hacer, póngase a leer.
*
Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.
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